Comienza otra semana de carnaval aquí en Las Palmas de Gran Canaria y lo hace sin dejar atrás los ecos de los pitos y los aplausos que tronaron en el Parque de Santa Catalina el pasado sábado por la noche. Otra final de murgas para enmarcar, donde los ganadores de los tres primeros premios estaban claros y sólo faltaba ordenarlos. Serenquenquenes, Trapasones y Chancletas se hicieron acreedores, con sus intervenciones sobre el escenario, del primer, segundo y tercer premio, respectivamente.
La murga procedente del capitalino barrio de La Isleta saltó al escenario a entregarse a un público que esperaba ansioso la llegada de los suyos y dejó claro, desde el primer momento, que el 2009 iba a ser el año de su renacimiento. Y así fue. Consiguieron dejar atrás los fantasmas del pasado y se centraron en trabajar por un premio. En una media hora de las que ya ni se le recordaba a la agrupación dirigida por Tito Rosales, quedó patente el trabajo desempeñado en los últimos meses. Abandonaron el escenario cuando sólo quedaban tres segundos en el reloj y dejaron un muy buen sabor de boca en un público que, al grito de “ésto sí que es un pedazo murga”, reclamaba un premio para ellos.
Tras Los Chancletas llegaron al escenario de Santa Catalina Los Serenquenquenes, quienes venían a defender el título de mejor murga de las carnestolendas de Las Palmas de Gran Canaria. En sus treinta minutos de actuación dejaron bien claro que, hoy por hoy, no hay murga en toda Gran Canaria capaz de superarlos. No hay murga con tanto arte a la hora de interpretar esas letras hechas con tan buen gusto. Gracias a "El arca de Javié" y "Humol amalillo", que contó con la presencia de el cuatro veces campeón paralímpico Enhamed Mohamed, los integrantes de la murga del sureste levantaron a todo el público del parque, quienes parecía que venían en su totalidad del municipio de mi amigo Antonio Morales. Con eso, y con su cuidada puesta en escena se llevaron para Agüimes el máximo galardón por tercer año consecutivo.
Finalmente, hicieron acto de presencia en el escenario bucanero ubicado en el corazón de la capital grancanaria Los Trapasones. La murga procedente del barrio de Cruz de Piedra, con sus críticas y ese mundo de pitufos y gnomos llegaron al corazón de todos los aficionados, especialmente con el final de su segunda canción, con el que los levantaron de sus asientos. Junior Alonso, director de la murga, expresó al final del certamen su felicidad por haber conseguido el segundo premio, el cual fue dedicado a su madre, Maribel Ramos, una carnavalera que nos dijo adiós hace bien poco.
El resto de murgas no lo hizo mal, pero está claro quiénes son hoy los dueños del Olimpo en honor a Baco en Las Palmas de Gran Canaria.
No hay mucho más que destacar en lo que a murgas se refiere, pero sí en cuanto a grupos. Ya que mientras el jurado deliberaba, saltaron al escenario de Santa Catalina cinco féminas que pusieron patas arriba el parque e hicieron bailar a todos los presentes con su versión del himno del carnaval y con otros dos temas que, dejaron claro a todos, que hay una alternativa más en lo que a talento se refiere en nuestra isla.
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