lunes, 9 de febrero de 2009

LA VISITA

Aquella noche se metió en mi habitación después de mucho tiempo y me pilló por sorpresa. Sentí su abrazo frío tal y como lo había sentido en otras épocas de mi vida. Hacía tanto tiempo que no la veía cerca de mí que no supe cómo afrontar su visita. Estaba tan desorientado y desconcertado en aquel momento que no acerté a mediar palabra y me limité a escuchar cómo cada palabra suya, silenciosa como lo es un gato a medianoche mientras cruza los tejados y se desliza por las cornisas de una ciudad dormida, retumbaba en mi cabeza. Era el silencio más aterrador que nunca nadie ha oído jamás. Ese silencio justiciero que golpea en las conciencias de quienes tienen culpa y de quienes no la tienen hasta despertarlas.

Entró en mi cuarto dispuesta a meter el dedo en la llaga y a recordarme todo lo malo que me había sucedido en los últimos meses de mi vida, sin que yo pudiese frenarla en su empeño. Me recordó una y otra vez a quienes se fueron, los pasos que di en falso y todas aquellas ocasiones en que mi cabezonería y mi orgullo le ganaron la batalla a mi cordura llevándome a hacer lo que yo sabía desde un principio que estaba mal. Cada frase que me decía era más cruel que la anterior, acrecentando ese sentimiento de culpabilidad que a veces nos azota. Lanzaba frases afiladas como cuchillos y yo, intentaba esquivarlas con argumentos que siempre me ayudaron a justificar cada error de mi vida.

Tras más de dos horas debatiendo con ella y sin llegar a explicarme por qué me eligió aquella noche entre tanta gente, pude ver cómo mientras mis ojos se iban cerrando lentamente, ella volvía a vestirse y a salir por la misma puerta por la que había entrado sin permiso alguno.

Ahora, cada noche rezo para que vuelva, porque sé que sólo en su compañía, cuando yo la elijo y no cuando me elige ella a mí, soy capaz de recordar quién fui, quién soy y quién quiero ser. Sólo cuando ella está porque yo la llamo puedo reencontrarme conmigo mismo para así mostrarme al mundo tal y como soy realmente.

Ah, ¿su nombre? Se llama SOLEDAD

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