domingo, 27 de marzo de 2011

UN CENTÍMETRO DE AIRE...

Jamás creí que podía caber tanto en tan poco espacio. Pero una vez más, me he dado cuenta de que el desconocimiento humano no tiene límites. El desconocimiento, esta vez, sólo fue superado por la sorpresa, que me sobrevino cuando ya estaba solo en casa porque, en el momento del acto en sí, no fui capaz de analizarlo. Solo en casa me dí cuenta de que en un centímetro de aire, en aquel momento, cupieron todas las noches que he pasado unido a ti en la distancia gracias al pensamiento, el deseo de hacerte mía para siempre sin que me importase nada más allá de nosotros, las ganas de amarte como si no hubiese tenido cicatrices del pasado ni miedo al futuro y otras tantas sensaciones que creía olvidadas. En un centímetro de aire cupieron cuatro labios, dos respiraciones, una historia, dos amantes, mil secretos, dos mil horas de vuelo por diferentes fantasías, un sueño, un beso y un deseo común: que el tiempo se quedase parado y nosotros sentados en las agujas del minutero devorándonos con algo más que la mirada. En un centímetro de aire cupo el beso que no te dí.

0 comentarios: