martes, 18 de mayo de 2010

BUEN VIAJE

Por fin acabó todo. Se terminó toda la parafernalia. Adiós a todos los actos que nos han recordado que te marchaste, que iniciaste un viaje en el que no hemos podido acompañarte porque era muy caro el precio del billete. Mientras te preparas en algún lugar para hacer reír a las estrellas, déjame decirte que aquí todo fue como siempre soñaste. Estaba todo lleno de flores, no faltaron las risas ni las lágrimas y, sobre todo, no faltó gente. Fueron todos los que creíste que irían e incluso alguno que nunca jamás habrías imaginado que estaría. Hace un tiempo, leí que una vez que el alma se separa del cuerpo, tarda cuarenta días en iniciar el viaje hacia otro lugar. Si es así, en tu tarjeta de embarque verás que te quedan treinta y tres días para subirte a ese avión con destino a quién sabe dónde. Por eso, permíteme alguna que otra sugerencia como si fuese un agente de viajes. No olvides meter en la maleta todo el cariño que te teníamos, porque aquí nos quedará, con total seguridad, un remanente para pasar el resto de los días. Mete también esos dos océanos que nos regalaron el mundo en cada mirada. Haz un hueco para tus ganas de hacer felices al resto, como hiciste en todos y cada uno de los días que viviste entre nosotros. Colócalo todo bien para que te quepan los sueños que compartiste con nosotros y que, poco a poco, se fueron cumpliendo. Creo que así, con todo eso en la maleta, podrás tener un viaje muy cómodo en el que no te faltará nada, salvo mis recuerdos. Perdóname por no dártelos aun sabiendo que no volverás a abrazarme o a alegrarme muchas tardes a golpe de teléfono. Perdóname el egoísmo. Pero si te los diese, me quedaría sin nada. No quiero olvidarte nunca, porque si lo hiciera sería como si te dejara morir para siempre o como si dejara de quererte y eso no va a suceder jamás. Yo sólo quiero, ya que no puedo tenerte, recordarte y tenerte por siempre conmigo. Buen viaje.

0 comentarios: