lunes, 12 de abril de 2010

QUIÉN SABE...

¿Quién sabe? A lo mejor un día te da por levantarte y ordenar tu vida, dándole a cada uno el lugar que merece de acuerdo con lo que representan en el presente y no por lo que un día fueron o creíste que podrían llegar a ser hace mucho tiempo. Concretamente, cuando decidiste hipotecar tu vida con un alto índice de interés. ¿Quién sabe? Puede que ese día, cuando llegue el momento de valorarme, me lances al olvido definitivamente con un golpe de indiferencia que estoy seguro te dolería tanto a ti como a mí, o puede que me incluyas en tu lista, a la que un día decidí opositar preparándome el temario en tiempo récord. ¿Quién sabe? Puede que cuando llegue ese momento esté tan cansado de ver que lo que estudié fue en vano, que decida darte la espalda como tú hiciste en su momento, sin piedad alguna y confundiendo tu voz con las gotas de la lluvia cuando golpean impíamente el suelo. Porque, ¿quién sabe? A lo mejor, cuando a ti te entren ganas de ordenar tu mente y tu alma, a mí también me entren ganas o ya lo haya hecho y te haya condenado al cajón de la experiencia, al Tártaro de mi memoria, donde reposa todo aquello que me apuñaló hasta el fondo mi corazón, estimulando mi crecimiento. Y es que, aunque no lo queramos ver, lo que tenemos no es más que la consecuencia, en muchas ocasiones, de lo que hicimos o dejamos de hacer. No somos más que la suma de nuestros actos, aquellos que nos han hecho pensar de una forma u otra y caminar en una dirección que nos ha llevado al sendero en que nos encontramos ahora.

0 comentarios: