viernes, 8 de enero de 2010

TENGO GANAS

… De correr hasta caer sobre alguna llanura extenuado y, una vez esté tendido en el césped, mirar al cielo, sonreír e imaginar que todo lo malo no existe. Que sólo son pensamientos provocados por el miedo pero que siempre estarán lejos de convertirse en realidad.

… De ser capaz un día de reírme por la calle a carcajadas sin un motivo aparente y que la gente no consiga hacerme parar con esas miradas que tienen lugar cuando alguien simplemente disfruta siendo feliz.

… De andar por la arena mojada y, de repente, lanzarme al mar con ropa y sumergirme sin que la ropa me importe más que ese chispazo de felicidad momentánea que nos recorre el cuerpo cuando el agua salada nos cubre por completo.

… De meterme en una fuente aunque esté prohibido y bañarme hasta que la policía se canse de esperarme fuera para, si es necesario, llevarme esposado a la comisaría. Después, una vez allí, poder escaparme de la sanción argumentando felicidad provocada por no se sabe el qué.

… De correr a casa de quien me desvela, tocar a su puerta, plantarle un beso y, en caso de que por inesperado, no me lo corresponda, salir corriendo con esa sonrisa que todo niño travieso dibuja en su cara cuando hace alguna maldad inocente y sana.

… De poder perdonar a todos aquellos que en su día me clavaron el puñal mientras me abrazaban y de conseguir el perdón de todos aquellos a los que, sin querer o queriendo, lastimé creyendo que no estaba mal o que me sentiría mejor.

… en definitiva, de ser feliz. Y sé que este año, lo voy a conseguir aunque las orejas del lobo intenten amedrentarme. El destino me dará las cartas y jugaré mi mejor partida para que, cuando acabe el año, el balance sea positivo. ¿Te apuntas?

0 comentarios: